lunes, 19 de junio de 2017

Para qué están los cascos azules de la ONU en el Sahara Occidental.Por Abderrahaman Budda


Los cascos azules de la (MINURSO), Misión Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental, gozaron siempre con plena seguridad en los territorios liberados del Sáhara Occidental. Viven en sus lujosas residencias en medio del desierto, sus patrullas recorren la espaciosa Tiris y el hermoso Zemmur, se detienen en cada jaima que se le antoja, donde son recibidos con la habitual hospitalidad de la sociedad saharaui. Les preparan té, les ofrecen cuencos de leche de camella recién ordeñada. A los hombres se les regalan darraa[1] , a las mujeres, melhfa y se les aplica la henna en las manos y pies.  Concluyen su agasajo dejando las jaimas saharauis alegres, charlando en sus múltiples idiomas, gesticulando con las manos en señal de gratitud por la hospitalidad recibida.
Desempeñan su trabajo de patrullas con total libertad y sin restricciones, incluso se adentran en las instalaciones militares de las unidades militares del Ejercito Saharaui, revisan todo y se retiran despedidos  con la sonrisa de los soldados saharaui.
¿Acaso gozan los cascos azules de la MINURSO con un trato semejante en otras regiones del planeta? ¿Cuantos miembros de la MINURSO habían fallecido en el Sáhara Occidental por acciones bélicas?, casos contados por explosión de minas sembradas durante la guerra por el ejército marroquí.
Si comparamos las bajas de los cascos azules en otras partes del mundo encontramos resultados tristes con abismal diferencia con los del Sahara Occidental. Y por citar algunos ejemplos en Darfur y el Congo perecieron 300 soldados de esas dos misiones de la ONU en África. En Mali 36 cascos azules han muerto y 200 han resultado heridos en la misión de la UNO en Mali.
En la misión  de Somalia que realiza la MINUSMA, decenas resultaron muertos en distintos incidentes.
Sólo en el año 2015 unos 129 agentes de Naciones Unidas (incluidos militares, policías, personal civil procedentes de 50 países) perdieron la vida. En total ha habido más de 3400 fallecidos desde que la UNO comenzó las operaciones de paz en 1948.
La eterna permanencia de las unidades de la MINURSO no refleja los deseos de los habitantes del Sáhara, su presencia en el territorio se realizó con el objetivo de la organización de un referéndum de auto determinación del pueblo saharaui y no prolongar los sufrimientos de la población del territorio.
Ante su inoperancia la MINURSO no evitó el desmantelamiento salvaje y cruel del campamento de protestas pacíficas saharauis en  Gdrim Izik en 2010, ni evitó el asesinato del niño Said Dambar ni la tortura de miles de niños y mujeres en las calles de las distintas ciudades del territorio saharaui ocupado. Además del encarcelamiento de miles de ciudadanos saharauis en cárceles marroquíes.
La ONU con sus cascos azules no evitaron el  genocidio de Ruanda en 1994, donde perecieron 800 000 personas en menos  de tres meses, las tropas de  los cascos azules  compuestas por 2539 soldados se replegaron sin cumplir con su misión de proteger los civiles.
También es inolvidable la masacre de Srebrenica ocurrida 11 de julio 1995, los soldados serbobosnios invadieron la ciudad, lo que hizo que decenas de miles de refugiados  huyeran al campamento de las fuerzas de paz de la UNO en Potocari, en el norte de la ciudad. Los cascos azules y unos  500 refugiados en su mayoría niños y mujeres se refugiaron en la base de las Naciones Unidas, mientras otros miles se quedaron en el exterior. Los refugiados dentro de la base fueron expulsados y entregados a las tropas serbobosnias.
En los días siguientes 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados a sangre fría ante la mirada pasiva de los cascos azules.
El componente de la MINURSO no fue destinado al Sáhara Occidental para vivir en hoteles de cinco estrellas y llenar sus bolsillos de los dólares de las sucesivas misiones que desde 1991 son anualmente renovadas. Esta misión como todas las misiones de la UNO desplazadas en zonas de conflictos,  debe entender que puede afrontar serios peligros por lo que está condenada a adoptar medidas de seguridad y no correr a esconderse cuándo se avecina un peligro.
El argumento de la existencia de amenazas terroristas que atentan contra la integridad física de los soldados de la MINURSO, principalmente en la zona de Guergarat, es una farsa ideada y puesta en acción por un país del consejo de seguridad aliado de Marruecos que tiene como objetivo proteger los intereses del ocupante marroquí, prolongar la vida del conflicto y mantener las conversaciones de paz concentradas en torno a temas secundarias alejadas del objetivo principal, que es la celebración de un referéndum libre y transparente   que garantiza la auto determinación del pueblo saharaui. Es imposible tapar el sol con un dedo ni engañar al pueblo saharaui con este sucio juego.
Cuatro décadas de guerra, exilio y dolor han fortalecido la nación saharaui y han demostrado que la UNO no resolverá la cuestión del Sáhara Occidental. Tan sólo con una vuelta a las armas que hace temblar a todo el Magreb Árabe, puede implicar Occidente en la solución y garantizar al pueblo saharaui su legítima derecho en recuperar su soberanía nación sobre el territorio del Sahara Occidental.
      




[1] Vestimenta tradicional del caballero saharaui.

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